Razzotti: “Ricardo Gareca me ayudó muchísimo a crecer futbolísticamente”

Franco Razzotti es un jugador de 31 años que defendió los colores de Vélez, Independiente Santa Fe, Deportivo Municipal, FC Vaslui, Sporting Cristal, Independiente y Defensores de Belgrano. En Vélez, club donde debutó en Primera en 2005, tuvo dos etapas en las cuales logró salir campeón, al igual que en Independiente Santa Fe. Es un jugador que se desempeña como mediocampista defensivo. Sus características son jugar la pelota por el piso y distribuir el campo de juego desde el centro.

-¿Cómo fueron tus inicios?, ¿Fue difícil el camino de las inferiores? ¿Cómo llegaste a Primera?

En principio, el camino a las inferiores algunos lo hacen más que nada pensando en divertirse, formando grupos de amigos. Hacer lo que te gusta, jugar al fútbol. Yo creo que la primera parte de las inferiores no es difícil, sino que se disfruta día a día. Después, cuando sos más consciente, cuando empezás a tener objetivos profesionales, ahí se torna más difícil. Es un camino largo que conoce tanto el jugador de fútbol como su familia. Recuerdo haber pasado momentos muy lindos, no me llenaba la cabeza ni me estresaba perder un partido, simplemente lo disfrutaba. Después cuando sos más grande te vas poniendo objetivos y yo quería llegar a primera y trabajaba todos los días pensando en eso. Una vez que lo lográs, es una satisfacción enorme y sobretodo en un club tan importante como es Vélez.
Debuté en el 2005 contra Lanús, me acuerdo que en ese partido me fue muy bien y ahí empezó a sonar un poco mi nombre.
En ese momento Vélez andaba muy bien, tanto en la institución como a nivel futbolístico.

-Vélez ganó 4-0 ese partido contra Lanús, ¿creés que fue un debut más fácil o igual al de todos los jugadores que llegan a Primera?

-En ese momento, la mitad del equipo era amateur, debutamos no sé si cuatro o cinco jugadores. Sí teníamos un objetivo que era ganar, después mi objetivo personal que era mostrarme, y bueno, también ayudó mucho el cuerpo técnico que demostraba confianza. Recuerdo haber vivido ese día con mucha ansiedad, sabiendo que era mi momento. El resultado fue abultado, pero fue justo, en ese entonces Lanús jugaba muy bien, tenía un buen equipo.

-¿Desde chico tenías la ambición de ser jugador o tenías otros objetivos en mente?

-De chico uno empieza a entrenar ahí en el club, a jugar al fútbol, a hacer amistades, hacer relaciones con la gente, con los compañeros, y empieza a ser como una especie de rutina, porque la pasaba muy bien, tanto con las relaciones que tenía como en los entrenamientos. Me gustaba mucho entrenar, hacer fútbol. Recuerdo que mi objetivo en ese momento era jugar en la semana en la división que esté. Ya sea novena, séptima u octava, mi sueño era jugar, quería salir campeón y ganar el fin de semana. No recuerdo tener en mente llegar a primera, sí lo tenía como una meta a largo plazo, pero me faltaba mucho.

-En 2008 fuiste a probar suerte a Sporting Cristal en Perú, ¿cómo fue la experiencia por primera vez en el exterior? ¿Fue fácil? ¿Sentiste que era igual que en Argentina?

-Yo no tenía lugar ahí en Vélez y estuve esperando una posibilidad que no se dio. Y ahí se me acercó la oferta, la propuesta, y acepté, porque es un club importante que gana campeonatos, fuerte del país, que juega bien. Sabía que tenía condiciones para poder demostrar y ganarme un lugar. Por suerte pude demostrarlo dentro de la cancha. Recuerdo que tuve buenas actuaciones, en los primeros entrenamientos me fue muy bien, en ese momento el técnico fue quien me dio la confianza, la camiseta, y eso me permitió ganarme un lugar. Me trataron muy bien, hice muy buenas amistades, tengo muy buenos recuerdos y he jugado con jugadores que hoy son importantes en Perú.

-Tuviste dos etapas en Vélez, club por donde más transitaste en tu carrera, ¿en cuál te sentiste más importante?

-Yo creo que la etapa del 2009 fue muy buena por el tema de que Vélez no venía muy bien y se armó un plantel muy interesante. Principalmente de buena gente, la verdad que me trataron bárbaro. Y bueno eso se pudo reflejar en el resultado. Éramos un equipo muy unido, había muy buen ambiente. Yo creo que esa fue la etapa más importante: 2009-2011, cuando yo estaba afianzado con el plantel, creo que fue mi mejor nivel.

-Luego de la segunda etapa de Vélez te fuiste a Independiente, cuando atravesaba el duro momento de la B Nacional. Tu padre es hincha del Rojo y vos debiste intimar al club por falta de pago,  ¿ese fue tu mayor problema en tu carrera o lo pudiste superar fácilmente?

-Es un problema normal, digamos. Mi viejo y yo somos hinchas de Independiente, mis hermanos, después empecé a ser simpatizante. Siempre tuve el deseo, la ilusión de poder jugar ahí, de llegar al club. Pero Independiente es mucho más grande, la institución es más grande que la gente que la maneja, entonces yo intimé a esas personas, a las que se portaron mal conmigo. Independiente está mucho más allá de cualquiera, dirigente o jugador, la historia lo dice. Yo intimé a los dirigentes que en ese momento me debían cuatro meses, entonces era lógico lo que yo estaba haciendo y no me arrepiento para nada, lo haría en cualquier otro club.

-Cuando en Independiente ya no eras parte del equipo titular decidiste cambiar de rumbo, te querían Huracán y Villa San Carlos, pero optaste por viajar al exterior y conocer Europa, te fuiste a Rumania, ¿por qué decidiste ese rumbo y no continuar en el fútbol argentino?

-En ese momento me habían alcanzado una oferta de Rumania interesante, siempre mi sueño fue jugar afuera, en Europa, y yo sabía que si jugaba en Rumania mis condiciones iban a mejorar, mejoraba mi nivel. Era una oportunidad muy importante para mí y no quería seguir en el fútbol argentino porque la verdad me había estresado, estaba cansado un poco del día a día del fútbol argentino.

-El primer partido en Rumania fue contra el Cluj, un equipo muy importante en Europa, ¿sentiste que estabas haciendo las cosas bien por no elegir un equipo argentino y probar suerte en el exterior?

-Sí, claro. Una vez que conocí al club y al cuerpo técnico sabía que tenía la posibilidad de jugar, que había elegido bien. Analicé las otras ofertas que tenía pero sabía que quería jugar ahí, me sentía bien, me sentía cómodo. Yo llegué y los primeros dos partidos no jugué, después el técnico optó por ponerme y la verdad es que me fue muy bien. Aprendimos nuevas posiciones, el equipo funcionó muy bien, le ganamos al primer equipo que hacía 40 partidos que no perdía, que era el Steaua Bucarest, ganamos de visitante. La verdad fue una linda etapa también. Estuve muy contento en ese club.

-¿Te costó adaptarte por estar en otro continente, otro idioma, otro país, o fue más que nada algo común en donde entraste al equipo y ya sentiste una comodidad?

-El funcionamiento del fútbol rumano es bastante diferenciado, pero no fue difícil adaptarme. Yo miraba los partidos, cómo se jugaba básicamente en ese momento y me dediqué a trabajar de esa manera. No fue difícil.

-Después de la etapa de Rumania, decidiste viajar a Colombia, a Independiente de Santa Fé, donde ganaste un título, ¿sentiste que el director técnico al ser argentino ayudó?

-Ahí se me terminaba el contrato en Rumania y me acercaron la propuesta de Colombia que me gustó. Independiente Santa Fe es un equipo ordenado, solamente le faltaba ganar el título internacional. Me habían dicho que era un equipo bueno, que jugaba bien, con muchos objetivos a largo plazo. En ese momento estaba Gustavo Costas y tomé la decisión de ir porque era otra nueva posibilidad. Creo que en ese momento justamente empezaba el campeonato nuevo en donde habían terminado en mitad de tabla. Por suerte ese campeonato se pudo ganar. Yo jugué mucho la copa de Colombia que llegamos a la final y algunos partidos del campeonato local. Fue una linda experiencia, la ciudad linda de Bogotá, el idioma. La verdad que me adapté rápido, me fue bien.

-Este año decidiste volver a Argentina y jugar en Defensores de Belgrano, ¿por qué decidiste retornar al país, era una materia pendiente o decidiste volver porque entrañabas a tus familiares y amigos?

-En realidad, después de Colombia, me fui a Deportivo Municipal en Perú en 2015. Un amigo peruano me acercó la propuesta, cómo estaba el club, qué objetivos tenía y ahí decidí ir a Deportivo Municipal seis meses, aunque tuve la mala suerte de que me agarró la lesión de la pubalgia. Terminando ese semestre volví a Buenos Aires, donde estuve otros seis meses parado recuperándome y haciendo la rehabilitación en una clínica, y después que me recuperé tuve una charla con el entrenador donde me abrió las puertas para poder jugar, me servía para poder tomar el ritmo de nuevo y por eso llegué a Defensores de Belgrano.

-De todo tu palmarés, da que hablar que en Vélez fue donde más ganaste, ¿qué campeonato disfrutaste más, los de Vélez o el de Independiente Santa Fe?

-Disfruté más el de Vélez porque jugaba seguido, era titular, me sentí mucho más parte, más adentro del equipo. El torneo de 2009 era un campeonato donde todos queríamos salir campeón, aunque también estaba el equipo de Huracán, y todos, los demás equipos, querían que salgan campeones ellos, por ser el equipo que dio la sorpresa. Entonces se dio que jugamos esa final, esa definición donde la ganamos, y creo yo que fue el campeonato más especial en mi cuenta personal por todo lo que jugamos.

-¿Recordás algún partido dentro de toda tu carrera donde sentiste que fue el mejor que jugaste o fueron todos regulares?

-Donde yo me desempeño hago un trabajo que se ve poco, estoy preocupado de los relevos, de tratar de que el equipo quede compensado, manejar el mediocampo. Hay un partido que recuerdo en Copa Sudamericana en cancha de Vélez contra Boca, donde me gustó mucho porque ese Boca era muy fuerte, muy importante. Estaban Riquelme, Palermo, había jugadores de mucho nombre, y en ese partido me fue muy bien, tuve un buen nivel y es uno de los que más recuerdo.

-Te desempeñas más como mediocampista central, pero no uno de los que raspa, sino que juega la pelota por el piso y distribuye el campo de juego, ¿eso fue un trabajo que se fue dando a lo largo del tiempo, o venís con esta característica desde la reserva?

-Desde inferiores que vengo con esta característica porque el equipo en la categoría donde jugaba era un plantel increíble, estaban Sebastián Ereros, Javier Robles, Patricio Pérez, había cantidad de jugadores de buen pie y en ese plantel te obligaban a jugar bien. Se jugaba por abajo, había muy buena técnica. Yo creo que fue el trabajo de las inferiores, de esa categoría que servía como prueba, era una de las pocas categorías que jugaban así.

-De todo el fútbol profesional, ¿con qué jugador te identificas más en tu puesto, a quién siempre tuviste de ejemplo y quién es tu ídolo?

La verdad que es difícil porque no tengo referentes. Tengo muchos jugadores que me gustan mirarlos, quizá de los que tienen que ver con mi característica, uno de los cinco que más me gusta es Mascherano, que es el mejor en la parte defensiva. Después está Schweinsteiger, que no solo marca mucho sino que hace goles. Pero el jugador que siempre quería ver y disfrutaba mucho cuando lo veía era Zidane: su técnica, su forma de jugar, me parecía un señor como persona y era él. Después a nivel local el que siempre me gustó fue Riquelme.

-De todos los técnicos que pasaste en toda tu carrera, ¿con cuál te sentiste más cómodo? ¿Con Gareca, con Gustavo Costas…?

-Con Ricardo (Gareca) sin dudas, la relación que genera él en los jugadores es distinta a la de todos los técnicos que tuve. Está mucho más cerca del jugador. Lo que es fuera del entrenamiento, fuera de la cancha, una charla se puede transformar en una charla de café, es mucho más ameno, se puede hablar mucho más, te podes abrir y confiar muchísimo. Es una persona muy sincera y muy directa. Me quedo con él, aparte fue la etapa más importante de mi carrera.

El mediocampista de 31 años se desempeña actualmente en el plantel de CRB, perteneciente a la Segunda División de Brasil, en donde, luego de acarrear una seguidilla de lesiones y no contar con minutos en juego, quiere volver al nivel que logró en Vélez e Independiente Santa Fe, clubes en los cuales logró salir campeón.