miércoles, 24 de agosto de 2016

20 años después




El tiempo es como un pájaro que toma su recorrido y deja sus rastros en cada despliegue de sus alas. La vida corre sin retroceder, ni mirar hacia al pasado. Al igual que la tecnología. No tiene pausas. Avanza, crece y se alimenta día tras día innovándose con una rapidez sin antecedentes. Los humanos también somos parte de ella. Porque aunque no lo veamos de esa forma, también crecemos, nos innovamos día a día en nuestras actividades, pensamientos, cambios de rutina, madurez.

Juan Pablo Varsky en su video de inspiración, me hizo replantearme una serie de preguntas. Hace 20 años que habito en este mundo y la tecnología evolucionó de tal forma que nos maravilla, nos impresiona. Cada año se crean más de mil computadoras y crecen nuevas competencias en el mercado en donde imponen su producto ante el que está en vigencia para despedazarlo y dejarlo atrás, en el olvido, donde nadie más se acuerda de él.

Mi padre me contó su infancia y cómo eran sus diversas maneras de comunicarse, que por cierto, no eran muchas. El teléfono celular no existía en aquél entonces y la mejor comunicación que se encontraba era en una reunión en una cafetería con un amigo, o en su caso, un paciente, ya que él en esa época, iniciaba su camino a la medicina. En el cara a cara, claramente. No había otra mejor manera para el medio de la comunicación. No sólo que no existían los celulares, sino que el teléfono fijo, que hoy vemos como algo intrascendente y hasta ignoramos cuando suena en nuestras casas, en aquellos años era como algo sagrado. Eran pocos los que tenían el placer de hablar desde la comodidad de su hogar, acostado sobre el sillón y mantener una charla amena con un ser querido. Tampoco existía la simple y directa forma de enviar un mail, que hoy vemos como algo común, ya que no existía el Internet.

Imagino como hubiese sido ser periodista en esos días. Cómo concentrarse en la búsqueda de fuentes, de archivos que me llenen de credibilidad a lo que yo quiero escribir. Como encontrar al protagonista de mi entrevista que tanto anhelo. Pareciera que el mundo sin Internet, no existe. Pero mi papá, mi mamá, pudieron combatir sin esta especie de ser humano con una mente brillante, llamada Internet. También pienso en esos periodistas de renombre que hoy son conocidos mundialmente, por su trayectoria, sus avances en el periodismo. Periodistas como Bonadeo, Pagani, Macaya Márquez, en cómo hubiese sido capturar la información necesaria que requiere el papel para que se transforme en noticia. Imagino y pienso en cómo era la comunicación en ese entonces y no encuentro una respuesta que defina todo ese proceso en donde no existía la tecnología, que claro, hubo de ser muy difícil.

Me encuentro en ese momento, me habito en ese lugar del periodista del entonces, de antaño, que la única forma hábil para comunicarse, era mediante los diarios. No existían los periódicos digitales como hoy vemos como un avance simple en el mundo en donde en tan pocos minutos, podemos informarnos acerca de todo lo que queramos. Los periódicos tradicionales eran lo más trascendental en la tecnología, y no salían de un día para el otro, sino que había que esperar para poder comprarlo.

Pienso en que no estoy aprovechando el hoy. Si me concentrara más en lo difícil que pudo haber sido para el periodista de hace 20 años, el comunicarse para poder formar una entrevista, una verificación de fuentes, una investigación con todos los datos que requiere el hecho de narrar una crónica, solo me queda agradecer el hecho de haber nacido en estos tiempos donde la tecnología avanza sin antecedente alguno, en donde en un abrir y cerrar de ojos, aparecen nuevas redes sociales que nos facilitan la tarea de encontrar fuentes que nos llenen de credibilidad. Claro que no debo creer en las fuentes, pero se puede encontrar esos datos útiles que todo lector necesita para informarse correctamente.

Pienso también un poco viendo al pasado, que todo en la vida tiene cosas positivas y negativas, como puedo encontrar como algo positivo hace 20 años, que el periodismo no era tan conocido como hoy en día, y que había puertas que se abrían entregándole a los periodistas la oportunidad de ejercer la carrera que soñaron. Hoy, las oportunidades no son muchas, son más escazas me atrevo a decir, porque con la innovación de la tecnología, es difícil diferir de todos los que quieren ser de nuestra especie, nuestros colegas, ese estilo simple de encontrar todas las fuentes necesarias, pero que a fin de cuentas, solo son datos que rellenan nuestras crónicas.

No hay que focalizarse simplemente en el armado de una noticia, o descasettear una entrevista simplemente con lo que tenemos como material, sino que debemos encontrar nuestro valor agregado para poder mejorarnos día a día. La tecnología puede ayudarnos a ser mejores, a buscar las fuentes necesarias, pero nosotros debemos dar el empujón, lograr el esfuerzo, hacer de cuenta que las redes sociales no existen, encontrarnos en ese momento en donde ni siquiera existía la posibilidad de poder ingresar a Wikipedia para poder informarnos de la vida y obra de un deportista, algo que hoy se ve como simple y hasta antiguo porque lo adquirimos como una costumbre en nuestra rutina de la búsqueda de información.

Voy a tomarme el ejercicio diario de mirar hacia al pasado y preguntarme qué hubiese pasado si hubiese nacido en aquella época, si hubiese aprovechado el tiempo, encariñarme con la tecnología de ese momento. Hoy me habito en este nuevo mundo tecnológico en donde existen miles de formas de comunicarse. Hay que mirar al ayer, para valorar las cosas del hoy. 20 años después.



jueves, 18 de agosto de 2016

El deportista más grande que se convierte en leyenda


Deportistas destacados en la actualidad o en la historia que quedarán recordados en los libros de los récord Guinness por sus numerosas medallas obtenidas, hay muchos. Logros impresionantes a los que pocos pueden alcanzar, también.
Podemos enumerar una lista de deportistas que hicieron del deporte, algo sagrado, una ofrenda como premio a los espectadores que los observaban realizar sus disciplinas. Nombres inolvidables, que quedarán escritos en la memoria, recordados por su país natal, agradeciéndoles su participación y su logro que le amerita un podio en lo más alto.

De los más conocidos mundialmente, podemos mencionar en una lista a Larisa Latynina, la gimnasta, es una de las máximas ganadoras de medallas en los Juegos Olímpicos, con 18 en su cuenta propia. Paavo Nurmi, fallecido, por cierto, alias “el finlandés volador” por la velocidad que alcanzaba en su trayectoria, logró alzarse con 12 medallas. Mark Spitz, el nadador estadounidense, alcanzó el máximo logro obtenido para su país, al conquistar 7 medallas de oro en una sola edición. No sólo eso, sino que alcanzó 11 medallas en su cuenta personal, siendo 9 de oro. Por último, se puede mencionar como histórico a Carl Lewis y a Emile Zatopek, ambos atletas, éste último recordado por siempre como el atleta que corría descalzo a una velocidad difícil de alcanzar. 
Pero claramente, el que quedará como el mejor deportista del mundo, es, sin lugar a dudas, Michael Phelps, condecorado como el máximo ganador de la historia de los Juegos Olímpicos, adjudicándose 28 medallas en su cuenta personal, 23 de oro y entre sus logros, como uno más en esta lista innumerable de medallas obtenidas, fue en Beijing 2008, cuando superó la marca récord de su compatriota Mark Spitz, al conquistar 8 medallas de oro en una sola edición, algo nunca visto. Con sus 18 medallas olímpicas, Larisa Latynina, es la única atleta que logró alcanzar una cifra récord, hasta que apareció Phelps, por cierto, la gimnasta vigente en esta edición de Río 2016, pero que pocos creen que pueda alcanzar al nadador estadounidense.



Refugiándose en el agua de las constantes discusiones de sus padres, encontró su vocación. Atravesando miles de problemas, logró siempre salir a flote. Pasó la infancia en la escuela, dura, criticado como “raro” por todos sus compañeros y protagonista del sufrimiento del bullying. Sufrió una grave enfermedad denominada como “gigantismo” por su metro 93, en donde las manos sobrepasan la posición de sus rodillas.



Ganador de 23 medallas de oro, 28 en su totalidad, siendo el máximo ganador de la historia de los Juegos Olímpicos, Michael Phelps, el oriundo de Maryland, nacido en el barrio de Towson en Estados Unidos, decidió colgar la toalla o en la jerga natatoria, su bañador. Conocido como el “Tiburón de Baltimore” por su semejanza con el animal acuático de las aguas turbias, a sus 31 años, el estadounidense abandona el deporte en su mayor apogeo.


Ningún deportista quiere retirarse, pero si esto ocurre, quiere hacerlo de una forma que salga a la perfección y el pez en el agua de Phelps, no tuvo mejor idea que retirarse en estos Juegos Olímpicos, en donde, a pesar de sus lesiones y de sus pensamientos sobre retirarse para siempre de la natación, decidió continuar. Cuando se tienen muchas lesiones, todas las cosas que pasan por la cabeza surgen de una manera negativa, no hay vuelta atrás, nada te detiene en esa decisión tan rígida y difícil de querer seguir pero a la vez no poder. Michael Phelps, por esto y por todo los logros inalcanzables, es el mejor deportista del mundo actualmente y me atrevo a decir que es uno de los mejores de la historia del deporte. No sólo porque decidió seguir cuando sus piernas no le daban más, ni cuando fue sometido a la prueba de dopping en la anterior edición de los Juegos Olímpicos, por su velocidad inexplicable en el agua como si estuviera corriendo una maratón, sino porque nos enseña que querer es poder y que no hay récord que no se pueda batir.


El tiburón de Baltimore es un ejemplo de lucha, donde nunca hay que retroceder y mucho menos, tirar la toalla. Este deportista con un talento nato, se retira para convertirse en inmortal, alguien al que nadie va a olvidar, al que todo deportista envidia y disfruta a la vez de verlo nadar, porque es algo mágico lo que hace en el agua. El estadounidense nos abandona para convertirse en leyenda, en el dios del olimpo.


El deportista más grande que se convierte en leyenda


Deportistas destacados en la actualidad o en la historia que quedarán recordados en los libros de los récord Guinness por sus numerosas medallas obtenidas, hay muchos. Logros impresionantes a los que pocos pueden alcanzar, también.
Podemos enumerar una lista de deportistas que hicieron del deporte, algo sagrado, una ofrenda como premio a los espectadores que los observaban realizar sus disciplinas. Nombres inolvidables, que quedarán escritos en la memoria, recordados por su país natal, agradeciéndoles su participación y su logro que le amerita un podio en lo más alto.

De los más conocidos mundialmente, podemos mencionar en una lista a Larisa Latynina, la gimnasta, es una de las máximas ganadoras de medallas en los Juegos Olímpicos, con 18 en su cuenta propia. Paavo Nurmi, fallecido, por cierto, alias “el finlandés volador” por la velocidad que alcanzaba en su trayectoria, logró alzarse con 12 medallas. Mark Spitz, el nadador estadounidense, alcanzó el máximo logro obtenido para su país, al conquistar 7 medallas de oro en una sola edición. No sólo eso, sino que alcanzó 11 medallas en su cuenta personal, siendo 9 de oro. Por último, se puede mencionar como histórico a Carl Lewis y a Emile Zatopek, ambos atletas, éste último recordado por siempre como el atleta que corría descalzo a una velocidad difícil de alcanzar. 
Pero claramente, el que quedará como el mejor deportista del mundo, es, sin lugar a dudas, Michael Phelps, condecorado como el máximo ganador de la historia de los Juegos Olímpicos, adjudicándose 28 medallas en su cuenta personal, 23 de oro y entre sus logros, como uno más en esta lista innumerable de medallas obtenidas, fue en Beijing 2008, cuando superó la marca récord de su compatriota Mark Spitz, al conquistar 8 medallas de oro en una sola edición, algo nunca visto. Con sus 18 medallas olímpicas, Larisa Latynina, es la única atleta que logró alcanzar una cifra récord, hasta que apareció Phelps, por cierto, la gimnasta vigente en esta edición de Río 2016, pero que pocos creen que pueda alcanzar al nadador estadounidense.



Refugiándose en el agua de las constantes discusiones de sus padres, encontró su vocación. Atravesando miles de problemas, logró siempre salir a flote. Pasó la infancia en la escuela, dura, criticado como “raro” por todos sus compañeros y protagonista del sufrimiento del bullying. Sufrió una grave enfermedad denominada como “gigantismo” por su metro 93, en donde las manos sobrepasan la posición de sus rodillas.



Ganador de 23 medallas de oro, 28 en su totalidad, siendo el máximo ganador de la historia de los Juegos Olímpicos, Michael Phelps, el oriundo de Maryland, nacido en el barrio de Towson en Estados Unidos, decidió colgar la toalla o en la jerga natatoria, su bañador. Conocido como el “Tiburón de Baltimore” por su semejanza con el animal acuático de las aguas turbias, a sus 31 años, el estadounidense abandona el deporte en su mayor apogeo.


Ningún deportista quiere retirarse, pero si esto ocurre, quiere hacerlo de una forma que salga a la perfección y el pez en el agua de Phelps, no tuvo mejor idea que retirarse en estos Juegos Olímpicos, en donde, a pesar de sus lesiones y de sus pensamientos sobre retirarse para siempre de la natación, decidió continuar. Cuando se tienen muchas lesiones, todas las cosas que pasan por la cabeza surgen de una manera negativa, no hay vuelta atrás, nada te detiene en esa decisión tan rígida y difícil de querer seguir pero a la vez no poder. Michael Phelps, por esto y por todo los logros inalcanzables, es el mejor deportista del mundo actualmente y me atrevo a decir que es uno de los mejores de la historia del deporte. No sólo porque decidió seguir cuando sus piernas no le daban más, ni cuando fue sometido a la prueba de dopping en la anterior edición de los Juegos Olímpicos, por su velocidad inexplicable en el agua como si estuviera corriendo una maratón, sino porque nos enseña que querer es poder y que no hay récord que no se pueda batir.


El tiburón de Baltimore es un ejemplo de lucha, donde nunca hay que retroceder y mucho menos, tirar la toalla. Este deportista con un talento nato, se retira para convertirse en inmortal, alguien al que nadie va a olvidar, al que todo deportista envidia y disfruta a la vez de verlo nadar, porque es algo mágico lo que hace en el agua. El estadounidense nos abandona para convertirse en leyenda, en el dios del olimpo.


miércoles, 17 de agosto de 2016

Cómo sería mi día si fuese un periodista

Un día perfecto en mi rutina laboral comienza cuando me levanto a la mañana para poder visualizar mi agenda y así organizarme con tiempo. Luego, un desayuno completo para empezar el día energéticamente y que te de fuerzas para poder mantenerte activo sin cansarte. Mientras desayuno, prender la tele para mirar canales deportivos e informarme sobre lo que ocurre en la mañana. Luego de esto, si tengo un tiempo libre, hago actividad física para poder mantenerme en forma. Al regresar a mi casa, me preparo para comenzar con todas las vibras positivas mi día laboral. Me dirijo hacia la oficina donde me encuentro y comienzo a redactar las noticias que ocurran en ese día, incluso en Twitter publicaría paso a paso con detalles las noticias del día para que mis seguidores puedan informarse de una forma simple y sencilla. También escribo sobre crónicas de partidos, hechos curiosos y efemérides sobre la vida de algún deportista que cumpla años. Luego de esto, si se concreta la oportunidad de crear una entrevista, me comunico con el deportista que quisiera conocer más sobre su vida, claramente, una vez elegida la persona a la que quiero comunicarme, busco sobre fuentes que hablen de éste, realizando una biografía sobre su vida y obra para que el entrevistado tenga interés y se sienta a gusto hablando sobre sí mismo y así de alguna forma, concretarla. Busco un lugar cómodo para ambos, llamo al camarógrafo para tener todo preparado, a los asistentes de iluminación y con un transporte nos dirigimos hacia el lugar que convengamos con éste, para poder realizar la entrevista. Luego de esto, la publicamos en el medio y también en mi blog, donde lo voy llenando de experiencia a medida que voy avanzando en mi trabajo y así también, poder publicarlo en las redes sociales que frecuento para que mis seguidores puedan verla y darme su opinión. Por último, regresamos hacia la oficina y publicamos la nota.

Al salir de la oficina, voy al estacionamiento donde se encuentra mi auto y allí me dirijo hacia el medio deportivo donde realizamos con mis colegas, el programa de medianoche sobre fútbol y juegos con los invitados especiales.

 Al regresar a mi hogar, en el auto me entretengo informándome con la radio sobre alguna emisora especial que hable sobre el deporte. Llego a mi casa, me preparo para agasajar a mi familia con una cena, alimento a mis gatos y prendo la televisión para informarme aún más sobre lo que pasa día a día en el deporte. A la vez, voy anotando en mi agenda cosas personales para poder mejorar en el armado de la entrevista. Incluso, mientras preparo la comida, ayudo a mis hijos con las tareas del colegio.
En el momento en que la cena está servida en la mesa, aprovecho para escuchar cómo fue la rutina en el colegio de mis hijos, y le pregunto a mi esposa cómo fue su día en el trabajo. La apoyo, la aconsejo y la ayudo cuando me cuente sobre algún problema.

Por último, a medianoche, aprovecho el tiempo libre para leer sobre libros de deportes poco frecuentes, por si en algún momento, en un futuro cercano, tenga la oportunidad de cubrir unos juegos olímpicos.




miércoles, 10 de agosto de 2016

Mou buen comienzo


El Manchester United es un equipo de elite, con una categoría superlativa, pero desde que Sir Alex Ferguson abandonó el trono, se convirtió en un equipo fácil de vencer, en donde los equipos de menor trascendencia de la Premier League se animan a jugar de igual a igual y hasta lo terminan derrotando con grandes creces. Los “Red devils” acumulan una racha negativa en donde no pudieron coronarse con ningún título, incluso fue eliminado en la última Liga de Campeones en primera ronda.
Lejos de demostrar ese nivel con el que empezó siendo el máximo ganador vigente de la Premier League adjudicándose 20 torneos y conquistando 3 Champions League, el equipo de Mourinho quiere volver a sus raíces. Con el arribo de José Mourinho al mando del club, la afición ve con buenas vibras la nueva temporada, más aún cuando aparecieron las nuevas incorporaciones. Zlatan Ibrahimovich, se lo puede remarcar como la mejor adquisición de los “rojos” en toda su historia, teniendo en cuenta todo su palmarés y experiencia demostrando ser un goleador de raza, hasta se puede decir el mejor delantero actualmente. No menos destacables son las otras incorporaciones, Henrik Mkhitaryan, el centrocampista ofensivo armenio proveniente del Borussia Dortmund, llegó al club para demostrar todo su potencial. Por otro lado, el defensor Eric Baily, llega del Villarreal para sumarse como una cara nueva. Pero no solamente estos nuevos jugadores arriban al Manchester United para reforzarse de la mejor manera, sino que en estos últimos días se ultimaron los detalles para confirmar el regreso más esperado. El retorno de Paul Pogba, cotizado como uno de los fichajes más caros de la historia del fútbol mundial, vuelve al club que lo vio nacer. El ex Juventus demostró todo su potencial jugando un fútbol de leyenda. Llegó al club de Turín con tan solo 19 años y el equipo italiano solamente le ofrecieron a los ingleses 1 millón y medio de dólares para hacerse de sus servicios.

Hoy, 4 años después, el francés es la máxima promesa del fútbol mundial, con tan sólo 23 años, ya se convirtió en el fichaje más caro de la historia. 110 millones de dólares es lo que tuvo que desembolsar el equipo de Manchester para hacerse los servicios del “crack”. Gareth Bale, hasta el día de ayer, era el fichaje más caro de la historia, en donde el Real Madrid pagó 101 millones para contar con él.



El manchester United comenzó la pretemporada a pura sonrisa y el sueco debutó oficialmente de manera ideal. Pensando en la nueva temporada de la liga, el United no se tomó vacaciones y el equipo de Mou tuvo diversos encuentros en los que podían destacarse juveniles y también presentar sus nuevas caras. Uno de estos fue el encuentro disputado ante Galatasaray, en donde el técnico luso decidió enviar al sueco para que haga su debut de manera oficial. Lo que nunca imaginó es lo que ocurrió tan solo 3 minutos después de que ingrese a la cancha. El ex PSG apareció por el área como sorpresa para la defensa rival, esperando que caiga la pelota en sus pies. La pelota llegó proveniente de un centro desde la derecha y el delantero ensayó una pirueta espectacular, característico de él por su trayectoria en Taekwondo, una tijera como la denominamos en la jerga futbolística. La pelota picó en el área y se coló por el ángulo del arquero. Tan solo 3 minutos le bastaron para ya hacerse notar como uno de los mejores fichajes del año. Un debut de película.


Luego de tanto tiempo de sequía, la lluvia vuelve a caer en el Old Trafford, ya que el conjunto de Mourinho logró consagrarse en la Community Shield al vencer por 2-1 al Leicester City, vigente campeón de la Premier League. Como si fuera poco, faltaban pocos minutos y el marcador estaba en tablas, lo que los destinaría al tiempo extra, pero apareció el que tenía que aparecer. Zlatan Ibrahimovich con la testa sentenció el final del partido y la coronación de la copa para su club. Un goleador con todas las letras.

El equipo de “Mou” se perfila como uno de los más temibles para el arranque de la nueva temporada, con Zlatan, Mhkitaryan y el retorno de Paul Pogba, el United quiere lograr volver a sus raíces, el máximo ganador de la Premier League.

martes, 9 de agosto de 2016

No hay obstáculo que no se pueda vencer



En la vida hay muchos caminos difíciles de atravesar, cada uno nos lleva a definir y dar por cierto que equivocarse es humano, pero no todos creen ni confían en que errar, es aprender. Sabemos que la vida nos pone en circunstancias en las que nos toma por sorpresa. Pero cada una de ellas, es un obstáculo, una señal, una alarma, para entender de alguna forma que detrás del error, del problema, está la solución, la alegría, la consecución de una meta.
En el discurso de hoy, estas palabras nos llevan directamente a lo ocurrido en la universidad de Stanford, en Estados Unidos. Esta tarde, se graduaban los ex-alumnos de la preparatoria del 2005, en donde lograban, a base de esfuerzos, graduarse de la escuela. Todos los presentes, incluídos los padres, parientes y alumnos, querían ese objeto tan sagrado, el diploma.
Nadie de los que estaba presenciando este evento tan importante en la vida de los estudiantes, se creía lo que iba a suceder. Steve Jobs, el hombre de la mente brillante, quien a sus 20 años creó la primera computadora, apareció para dar un mensaje alentador para los oyentes de ese momento.
Las miradas de los estudiantes y familiares de estos, se sorprendieron al ver que alguien tan sorprendente como Steve Jobs, iba a darles un sermón sobre su vida. Algunos se los notaba con esas ganas de querer aplaudir a su hijo, demostrando la felicidad por obtener el diploma de estudio y retornar hacia sus casas, ya que debían estar exhaustos por sus rutinas laborales. Pero cuando el creador de Apple comenzó su discurso diciendo que nunca presenció una graduación, ni terminó sus estudios, ocurrió algo increíble. Todas las miradas sin atención y perdidas en algún sector del escenario, se concentraron en él y todas las voces que se oían en un sinfín, se acallaron para escuchar atentamente al protagonista.
Su discurso lo dividió en tres etapas sobre los momentos que tuvo que atravesar en su vida. El primero, hablaba sobre "conectar los puntos", en donde contó como fue su dura infancia, ya que su madre lo dio en adopción y sus padres adoptivos lo aceptaron más allá de que a poco de que éste nazca, optaron por querer una hija. En este capítulo dio énfasis sobre el tiempo que perdía intentando descubrir la pasión en sus estudios, lo que lo llevó a un problema económico, ya que sus padres adoptivos trabajaban las 24 horas para poder pagarle la costosa universidad a la que asistía, lo que lo llevó a abandonar los estudios y abocarse simplemente a las clases que le generaban interés. En ese lapso donde no encontraba una vocación alguna y veía un futuro perdido, encontró su pasión, la caligrafía. Gracias a esto, 10 años después. con pocas clases que presenció, logró, a sus 20 años, crear el primer ordenador Macintosh, con la ayuda de un amigo, lo que rápidamente lo llevó a definir su título, "No se puede conectar los puntos mirando hacia al presente, sino mirando hacia el pasado". Finalmente, cerró el diálogo diciendo que "creer que los puntos se unirán te darán la confianza de seguir tu corazón".
Su segundo discurso, hablaba sobre el amor y la pérdida, en donde Steve Jobs dio a entender como creó Apple y luego fue expulsado de su propia compañía. Las miradas de los espectadores se paralizaron, tratando de entender como logró el éxito habiendo tenido que atravesar tantas circunstancias. El discurso fue perfecto, dando a entender que más allá de que sus propios asistentes lo expulsaran de su propia compañía, él no dejó su pasión de lado y decidió crear Pixar y Next, dos compañías de las más exitosas del mundo actualmente, lo que lo hizo regresar a Apple y entendió que haber sido expulsado, fue una de las mejores cosas que le ocurrió, ya que lo hizo volver a ser ese niño que todos llevamos dentro, el principiante, el que anhela que se cumplan sus sueños. Es por esto que Steve Jobs logró el éxito, gracias a su perseverancia y los esfuerzos para lograr su meta.
Su último discurso lo cerró hablando de la muerte, en donde le contó a los espectadores que presenciaban este momento, lo más doloroso que tuvo que atravesar en su vida. Los médicos le diagnosticaron cáncer de páncreas, un tumor maligno imposible de vencer, lo que le demandaba un tiempo de vida de 3 a 6 meses. Él profundizó en esto, diciendo que no pierdan el tiempo en una persona que no lo vale y que intenten cumplir todo lo que sueñan. Al otro día, en el hospital, ocurrió un milagro inesperado. El médico, entre lágrimas, le dijo que el cáncer puede curarse con una operación. Steve Jobs estuvo al borde de la muerte, pero todo se transformó en alegría al saber que podía combatir al cáncer. ¿Cómo alguien con tantas ganas de vivir y seguir su pasión, sus sueños, iba a caer vencido? Él es diferente a nosotros y Dios le dio las fuerzas necesaria para poder seguir viviendo y para combatir el cáncer, una lucha más en su vida.
Como cierre, dio unas palabras conmovedoras a todos los presentes, una frase que permanecerá en el corazón de todos, "Sigue hambriento. Sigue alocado".
Con este discurso, llego a la conclusión en que el éxito no es imposible, sino que hay que atravesar todos los obstáculos sin temerle al fracaso, que fracasar es humano y de los errores se aprende. Este es, fue y será, uno de los mejores discursos del mejor creador del planeta, que quedará guardado en la memoria y corazones de todos los graduados y padres presentes. Un momento único e irrepetible en nuestras vidas. Steve Jobs, una mente brillante.