Las redes sociales, una trampa mortal

Los seres humanos nos construímos a base de errores, ya que de ellos aprendemos. Pero lo que no sabemos, es que las máquinas, que por más perfeccionistas que parezcan, también pueden equivocarse y producir errores. 

Las redes sociales, ese sitio al que todos nos gusta acceder, investigar y navegar libremente por la Internet, es uno de los casos más comunes en donde se pueden hallar varios tipos de errores, ya sea ortográficos, falta de verificación de fuentes o una falla del sistema.

Yo me considero uno de esos apasionados a las redes sociales, ya que dentro de ellas puedo encontrar todo lo que necesito, ya sea información sobre deportes o noticias del día. Pero sé también que no puedo confiar 100% en lo que leo, ya que las páginas o redes en las cuales usualmente me informo, no se sabe si la información está corroborada por quien la escribió, lo que puede ocasionar una gran problemática entre el emisor y el receptor de la noticia.

Lamentablemente, estos problemas de falta de verificación de fuentes, es una constante en nuestro vivir. Cada vez son más las noticias que poseen este tipo de errores. 

Esto es, a mi parecer, una de las máximas dificultades con las que convive el periodista, ya que no solo debe diseñar la noticia con un léxico claro y dirigido hacia sus lectores, sino que debe chequear cada noticia que redacta. Investigar el lugar del hecho, realizar una observación detallada para darle un mejor contraste y por último, verificar si es real o falsa, ya que en el mundo en el que vivimos, los rumores corren constantemente por la sala de redacciones, pero no todos se transforman en noticia, ni tienen la misma credibilidad que otros. 

Los medios informativos se alimentan de los rumores, ya que para poder atraer al lector, debe primero, jugar con éste para que indague o le genere intriga lo que se dice y así poder crear más misterio acerca de la veracidad de la información. 

Además de este factor negativo que posee las redes sociales, el no chequear completamente la información, puede generar un gran problema a corto plazo, ya que al ser un lugar en donde las noticias se vuelven virales en pocos segundos, son miles las personas con las que se informan con una noticia que no está chequeada correctamente, o confían en un rumor, lo que puede repercutir y generar ruido en otros medios.

Esta tarde, en la Plaza Houssay, la Defensoría del Pueblo presentó una guía en la cual detallan algunos pasos a seguir para proteger datos personales en la web.

     El Defensor del Pueblo Alejandro Amor fue el encargado de repartir esta guía a los vecinos de la Avenida Córdoba. La idea es brindar las herramientas para evitar casos de robos de información o de identidad. En los últimos años, son cada vez más frecuentes los casos de acoso, violencia y delitos que se descubren analizando perfiles en las redes sociales. Aquí podemos ver una lista de tips para proteger la identidad de una mejor forma.

• Configurar cada perfil de red social, para que de esa forma solo se dé a conocer lo que nos interesa que se sepa de nosotros y también, siendo el más importante, recibir una notificación cuando alguien tenga interacción con nuestra cuenta;
• Elaborar contraseñas que sean únicas e imposibles de averiguar por nuestro entorno. Varios estudios dan fe de que lo más utilizado para cifrar los perfiles en la red son nombres cortos, fechas de cumpleaños y direcciones. Lo aconsejable es utilizar una mezcla de todos y, claramente, procurar que no se nos olvide; entre otros. 

Para aquellos que estén interesados en ver la guía o descargarla, pueden ingresar en la página oficial de la Defensoría del Pueblo (www.defensoria.org.ar)  o bien enviar un mail a epdp@defensoria.org.ar o a dei@defensoria.org.ar.

Pero la mala verificación de fuentes no es el único problema que podemos encontrar en Internet, sino la poca privacidad que existe en las redes sociales, es otro de los grandes dilemas en donde el usuario nunca puede tener la verificación de si el perfil con el que se está comunicando, es quien se muestra, o una persona, la cual utiliza este medio para agredir a otra persona, ya sea mediante el conocido caso del "Cyberbullying" o el "Grooming", famoso en el último tiempo por las constantes denuncias en Facebook en donde un adulto se comunica con un menor de edad para luego acosarlo sexualmente.

Es por esto, que no hay que confiar plenamente en las redes sociales ya que son una trampa en donde atrapan al usuario en una telaraña sin escapatoria.